REGRESIÓN HIPNÓTICA



(Redacción. Y luego, problemas de matemáticas).-

Amiguitos, amiguitas, amiguites, amantes todos de la Ciencia, lo Curioso y del Misterio, como excepcional primicia, por primera vez y sin que sirva de precedente, os vamos a presentar un increíble documento: 

La transcripción completa de la grabación en vídeo digital efectuada durante la sesión de regresión hipnótica a la que fue sometido nuestro ya conocido Chuan-Che para tratar de erradicar de una vez de su personalidad esa pertinaz pasión por el parchís, causa de sus lamentables dificultades sociales, familiares y económicas… pero eso es otra historia. 
Como de costumbre os advertimos que si continuáis leyendo más allá de este punto (.) lo hacéis bajo vuestra propia responsabilidad. 
El contenido de la grabación podría hacer que os cuestionarais vuestras más profundas creencias sobre lo Divino, lo Infinito, la Vida o la Muerte. Puede ser causa de indisposiciones filosóficas crónicas y, posiblemente, también cause ninfomanía o priapismo (nunca se sabe). 

Hecha esta advertencia, proseguimos con la transcripción:

Descripción del entorno: La cámara muestra la insultantemente lujosa sala del terapeuta. 
Chuan-Che aparece en las imágenes tumbado sobre un diván de cuero de ballena azul. Tiene los ojos cerrados. La brillante calva del Dr. Ceferino Ceronte eclipsa con eficacia el resto de la habitación.

Terapeuta: Doctor Ceferino Ceronte.
Paciente: Chuan-Che.

T: Ahora te encuentras agradablemente relajado. No notas la pulsación del chichón. No recordarás el golpe  que acabo de darte con el mazo. Solo recordarás que hay paz, tranquilidad, relajación...

P: (Ronquido estruendoso. Los cristales del obscenamente lujoso despacho del Terapeuta retiemblan al borde de su límite de resistencia)

T: Puedes escuchar mi voz. Mi voz te agrada, te hace sentir relajado, en paz. Ahora te encuentras agradablemente descansado, pero puedes escuchar mi voz. Si me escuchas, levanta el dedo índice para decir que sí.

P: (Levanta el dedo índice. Lo introduce en su fosa nasal izquierda. No vamos a proseguir por ahí...)

T: Muy bien. Ahora voy a proponerte que viajemos. Vamos a viajar hacia atrás en el tiempo. Vamos  a ir recordando años pasados... Tu adolescencia... Más atrás... Tu niñez... Más atrás... Estamos en el momento de tu nacimiento…

P: (Se agita inquieto y frunce los labios, como si chupara)

T: …Pero nos vamos a desplazar más atrás aún. A un momento anterior al de tu nacimiento. ¿Puedes contarme si ves algo? ¿Puedes decirme si recuerdas algo?

P: …Veo…Veo…

T: ¿Qué ves?

P: Una cosita…

T: ¿Con qué letrita?

P: Con la letrita, letrita… “C”

T: ¿Qué es?

P: Es una cola de gente…esperando.

T: Mira a tu alrededor. Cuéntame si puedes averiguar algo más sobre el lugar donde te encuentras. ¿Puedes describírmelo?

P: Es un lugar blanco…muy amplio. No distingo paredes ni techo. Todo parece iluminado por luces fluorescentes blancas, cálidas y agradables. Estoy en una especie de cola de gente que espera.

T: ¿Puedes averiguar qué esperan?

P: Le he preguntado a la persona que tengo delante. Al final de la cola hay… hay…una... ventanilla.

T: Vamos a avanzar un poco en el tiempo… ¿Qué puedes contarme?

P: La cola ha ido avanzando. Es mi turno. La ventanilla tiene un letrero. No sé en qué idioma está escrito, pero dice: “Solicitud de destinos”. Me atiende una señora vestida de blanco. Lleva unas gafitas algo pasadas de moda. Se parece un poco a mi abuela, pero más seca. Noto un olor a violetas.

T: ¿Puedes decirme si sucede algo?

P: Me doy cuenta de que llevo una solicitud en la mano. Un papel. Se lo estoy enseñando a la señora. 

–Lo siento –me dice –el plazo de solicitudes para ser Hijo de Millonario ya se ha pasado.

-¿Hay algún otro destino interesante? –pregunto esperanzado  -¿Deportista de élite? ¿Supermodelo escultural? ¿Esposa de millonario? ¿Tipo cachas? ¿Chica inteligente y guapa?

-Esos destinos están completos –me contesta la señora mirándome por encima de las gafas.

-¿Y no tiene alguna cosita interesante? No sé. ¿Bella e intrépida princesa guerrera? ¿Tal vez de hijo oculto del lugarteniente del mal en una galaxia lejana, muy lejana?
La señora me mira con franca animadversión. Me siento un poco friky. De hecho, me ajusto la pajarita mientras limpio compulsivo mis gafas. 

–Completos también –señala –Debió usted presentar la solicitud hace dos semanas ¿Qué ha estado haciendo este tiempo?

“Disfrutando del limbo, supongo” pienso. Sólo logro recordar una gozosa nada.

T: ¿Puedes decirme si ocurre algo a continuación?

P: Empiezo a notar una especie de comezón en la nuca que no tengo. La gente que espera detrás de mí en la cola está intentando volatilizarme con sus miradas impacientes.

 –Y… ¿qué tiene usted por ahí? –pregunto al fin.

-Español. Varón. Hijo de currantes. Siglos XX y XXI. En la época de los gobiernos socialista y popular. Te toca trabajar como un gilipollas toda tu vida. Más suerte la próxima vez…

-¡¡¡¡Nooooooooooooo!!!!

T: (Algo inquieto) Relájate. Estás bien, estás tranquilo. Voy a contar hacia atrás y cuando finalice despertarás. Tres, dos, uno, ¡despierta!…

P: (Abre los ojos. Mira esperanzado alrededor) ¡¡¡¡Nooooooooooooo!!!!








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Comentarios

  1. Estimada Melodi:
    Me alegra saber que este lugar te parece interesante. Disfruta la estancia. Por cierto, Lara Croft mola. Sí señor. Mola...

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  2. Hombree... mira si ha tenio exito esta terapìa que ha venio Lara Croft a verte amigo...

    Yo Creo que esa terapia de mucho no ta servio... en todo caso para darte cuenta que al hacer mal la solicitud y a destiempo ta tocao joderte con mortalesq no hicimos tampoco el papeleo a tiempo.

    Lo mas grafico sin duda es la foto de Luke Skywalke. Asi tamos todos.

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  3. Estimado Amigo Juanjo:

    Así son las cosas. Por disfrutar de la nada, perdimos el turno de escoger y toca conformarse con lo que tenemos. No hay otra. Más suerte la próxima vez... que digo yo.

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