Lecturas para la primavera. Diario de Crisófilax Bloemfontaine, explorador de libros (y V)

Han pasado unos cuantos meses desde nuestra última misiva.
Hemos tenido problemas de salud -un poco de malaria, algo de tifus, un pelín de beri-beri...-. Hemos perdido porteadores (no, no se los ha merendado un hipopótamo furioso. Simplemente se declararon en huelga por culpa de los recortes presupuestarios –comprensible—y una buena mañana amanecimos sólos en nuestra tienda: habían desaparecido y se llevaron hasta el papel higiénico).
Solitarios, abandonados, en medio de ninguna parte, no nos quedó más remedio que seguir caminando. Escribimos las notas en cortezas de árboles con tinta elaborada con el zumo de una fruta oscura de sabor dulzón que encontramos por doquier y que constituye casi en exclusiva toda nuestra dieta (aunque provoca violentos retortijones intestinales). Se nos han acabado los cigarrillos, aunque por suerte los sustituimos con ventaja por las hojas de una variedad de cáñamo que aquí crece por todas partes.
En tres ocasiones hemos sido atacados por una violenta tribu hostil de inspectores de Hacienda, los cuales, al ver que no teníamos nada que robar, se han limitado a cobrarnos un impuesto especial de desposeídos y un recargo de mora para complementar. Menos mal, creímos que nos iban a comer. Nos señalaban con el dedo y se frotaban las barrigas en un gesto de equívoco significado que aquí se traduce por “la bolsa o la vida”.
Y, pese a todas estas peripecias, acabamos de contactar con una caravana: jubilosos, se dirigen hacia una metrópolis relativamente cercana a vender pieles, marfil, cuernos de rinoceronte, esclavos y alguna que otra cosa legal. Les hemos rogado que no nos maten y hemos puesto en sus manos estos papeles con nuestra última crónica, esperando que puedan llegar hasta la civilización…
En fin. Tengamos esperanza…
Resultado de imagen de heliconia AldissHeliconia (Verano) de Brian W. Aldiss
Comentamos la última vez la verosimilitud, la precisión de los mundos creados por Aldiss, la vastedad de las historias que nos cuenta. Sumergidos en los extraños ecosistemas de Heliconia hemos pasado un largo, interesante, rato… Y aún nos queda el siguiente volumen.



Heliconia (Invierno) de Brian W. Aldiss
No añadiremos más. Altamente recomendable para lectores avezados.


El ladrón de meriendas, de Andrea Camilleri.
Resultado de imagen de Ladrón de meriendas montalbanoLlevábamos un tiempecillo enganchados a la serie de televisión en la que se nos cuentan las aventuras y desventuras del comisario Salvo Montalbano. Teníamos, pues, ganas de entrar en el particular universo siciliano de este personaje. Y nos hemos encontrado con una serie de novelas muy entretenidas, encantadoras de leer, con un resabio de otros autores italianos como Giovanni Guareschi y sus peculiares y entrañables Don Camilo y Peppone. Mola. Resulta cercano a nosotros y muy lejos del universo policiaco norteamericano. Mucho más en la onda (con toda la intención) de nuestro Vázquez Montalbán.

La forma del agua, de Andrea Camilleri
Segunda novela de la serie de Montalbano, En serio, no podíamos –ni podemos- dejarlas. 


Resultado de imagen de hogueras espectralesHogueras espectrales, de Dean R. Koontz
Un poco por cambiar de aires, decidimos darle una nueva oportunidad al exitoso Dean. Pero nada, no hay manera. Soso, estereotipado, nos da rabia cuando leemos con la sensación de que perdemos el tiempo. 







Espartaco, de Howard Fast
Novelón. Ya antiguo, escrito hace sus buenos cincuenta o sesenta años, y con una curiosa historia de caza de brujas ideológica y el apoyo que generó la maravillosa película de Stanley Kubrick (por supuesto imperdible), este pedazo de novela es un auténtico canto a la libertad humana. No queremos desvelar más, aunque desde el punto de vista literario nunca habíamos encontrado una novela en la que el protagonista, en realidad, no apareciera. Mola mucho. No os la perdáis.


Resultado de imagen de Princesa rana bakerLa princesa rana, por E. D. Baker
No nos ha molado mucho esta novelita en la que los temas clásicos de los cuentos se tratan de forma irreverente y, en ocasiones, humorística. Un pelín trillada o previsible tal vez. No sabemos.





Los días del venado, de Liliana Bodoc
Se supone que es el primer volumen de una trilogía titulada “La saga de los confines”. Pero por alguna razón no nos ha calado la historia de esta autora argentina. Está muy bien escrita y defendida con pundonor, pero algo no ha terminado de cuajar. No obstante, como puede que fueramos nosotros, igual decidimos darle una nueva vuelta en otro momento, más adelante.



Resultado de imagen de El perro de terracotaEl perro de terracota, de Andrea Camilleri
Tercera novela de la serie del comisario Montalbano. Sinceramente, no podemos dejar de leerlas, caramba. Y de reírnos. Y de disfrutar. Acaba uno cogiendo cariño a los personajes, como si fuesen viejos amigos de los que tenemos noticias por carta.






Resultado de imagen de la guerra interminable joe haldemanLa guerra interminable, de Joe Haldeman
Por cambiar de nuevo de aires, nos pasamos a la ciencia ficción releyendo este clasicazo de Haldeman. Y lo hemos vuelto a disfrutar tanto como el primer día. Es uno de esos títulos que uno no se puede perder si es aficionadísimo al género, como nosotros.




No se lo digas a nadie, de Harlan Coben.
También hemos señalado anteriormente que nos gusta este señor. Y ahí está, atrapándonos con un relato muy bien contado, muy adictivo. También es altamente recomendable.



Resultado de imagen de la voce del violino




La voz del violín, de Andrea Camilleri.
Cuarta novela de la serie de Montalbano. De verdad que estamos haciendo esfuerzos para intercalar otras lecturas entre medias, más que nada para no agotarlas todas de golpe. Pero nos está costando, puñetas. Nos está costando.


Resultado de imagen de Los arpistasLa venganza elfa, de Elaine Cunningham
Primer volumen de la serie “Los Arpistas”. Reconocemos que lo abordamos con cierto escepticismo mirándolo con precaución. Uno más de esos relatos sobre elfos, enanos y dragones en mundos de fantasía tan comerciales como un videojuego. Pero, poco a poco, nos hemos visto atrapados por la historia, muy bien contada, muy bien defendida, muy adictiva y con un enfoque bastante original. Tanto que, en seguida, pasamos al segundo volumen…



Canción élfica, de Elaine Cunningham
Y, sí, estamos ya enganchados, deslizándonos por el interesante paisaje de Aguas Profundas y atrapados en las peripecias de los personajes…
Sombras del Plata, de Elaine Cunningham
Tercer volumen, y no decae…
El bastión del Espino, de Elaine Cunningham
Hemos de aclarar que las historias de estos volúmenes no requieren un orden de lectura especial. Podrían leerse de forma independiente, aunque es conveniente ajustarse al mismo para tener una visión general del gran friso que la autora va construyendo página a página.
Las esferas de sueños, de Elaine Cunningham
Y quinto volumen… Hemos disfrutado bastante del paseo. Y lo recomendamos.


Resultado de imagen de vigataUn mes con Montalbano, de Andrea Camilleri
¿Hemos dicho ya que nos hemos vuelto adictos a las historias del comisario Montalbano? Pues sí. Y nada mejor que un libro de cuentos cortos para disfrutar, aún más, de esa Sicilia imaginada pero muy real. Por cierto…memorándum: visitar Sicilia con mucho tiempo por delante.



Resultado de imagen de vigataLa Nochevieja de Montalbano, de Andrea Camilleri.
Más relatos. De hecho, algunos de los relatos han sido adaptados para la televisión y ya los habíamos visto en la serie. Punto para la adaptación, que es muy fiel. De lo mejor que hemos visto (claro que, por lo visto, cuentan con la ayuda del propio autor)





La excursión a Tindari, de Andrea Camilleri
Ejem. Sí. Otro más de Montalbano. Ya lo hemos dicho: lo nuestro es adicción.



Resultado de imagen de muerto hasta el anochecerMuerto hasta el anochecer, de Charlaine Harris
Primera novela de una larga serie de novelas de tema vampírico. No es demasiado original, aunque sirven para pasar el ratico entretenido, si uno no tiene a mano nada mejor que leer.







Resultado de imagen de Mundo AnilloMundo Anillo, por Larry Niven
Releemos de nuevo este clasicacísimo de la ciencia ficción. Estupendo, Imprescindible. Niven construye otro de esos lugares que a uno le encantaría poder visitar personalmente, para mirar hacia arriba y ver…maravillas.






Resultado de imagen de siempre unidos isla elfosSiempre unidos, la isla de los elfos, por Elaine Cunningham
Otra entretenida novela de esta autora, relacionada con el universo de “Los Arpistas”, pero independiente. Ea, no hemos podido resistir la tentación, niños y niñas.

 
 

Matar a un ruiseñor, por Harper Lee. La noticia de la reciente publicación de la segunda novela de esta autora (más de cincuenta años después de la publicación de la primera) nos ha llevado a zambullirnos en esta historia, ganadora en su momento de un premio Pulitzer y con una extraordinaria adaptación al cine. Y nos hemos encontrado con un texto absolutamente inspirado, cautivador, excelente. Resulta casi increíble tal maestría en lo que se supone era la primera novela de alguien. Cosas que nos gustaría escribir cuando seamos mayores. Mientras tanto, no os la perdáis. Es absolutamente imprescindible.






Resultado de imagen de montalbano odore notteEl olor de la noche, de Andrea Camilleri.
Octava novela de la serie. Dios mío, se nos están acabando… ¿qué vamos a hacer cuando no haya más?






Resultado de imagen de Asimov robotEl Robot Completo, por Isaac Asimov
Nos lanzamos sobre este recopilatorio que promete contener todos los relatos sobre robots escritos por el maestro Asimov. Encontramos cosas que ya habíamos leído junto con historias que no habíamos tenido la fortuna de leer. Encantadoramente desfasado, siempre muy ameno de leer, nos gusta mucho Asimov. Le debemos mucho, mucho, de nuestra curiosidad por el mundo. Y, cuando se habla de robots, por supuesto que hay que leerlo. Es imprescindible. Es el maestro.



Ángeles y demonios, por Dan Brown
No teníamos otra cosa a mano y, sí, hemos visto la película. Pero algo pasa con Dan Brown: nos resulta previsible, afectado, algo pedante. No termina de cuajarnos el interés por las historias que nos cuenta. No tenemos muy claro que volvamos a visitarle, salvo, como en el caso que nos ocupa, que de momento no tuviésemos otra cosa más a mano. Ea.












Y con esto terminamos de momento nuestra crónica. Nos apresuramos a ponerla en manos del jefe de la caravana el cual, a cambio de nuestros taparrabos, parece dispuesto a hacerla llegar hasta vosotros, niños, niñas y demás.
Ya veremos.


Comentarios

Entradas populares