Mártires de la Ciencia
El
próximo jueves es el día previsto por el inexistente grupo editorial multinacional de este blog. para lanzar a
la venta la última autobiografía del famoso ebanista, aracnófobo y neurocirujano Dr. Victor
Kyttis.
Esta autobiografía, la quinta presentada en seis años y, en palabras
textuales de su autor “la única y verdadera”, reúne las vivencias del afamado
Doctor Kyttis entre los tres y los seis años de edad, poco antes de que el
eximio personaje realizara el descubrimiento que cambiaría su carrera.
Ofrecemos a nuestros lectores, por su frescura y naturalidad, y como adelanto
de la citada obra, el pasaje en el que el doctor narra cómo tuvo lugar el
afamado descubrimiento:
“Marilyn
y yo éramos como dos hermanos.
Correteábamos juntos por las callejuelas del
pueblecito que nos vio nacer. Juntos apedreábamos perros, bañábamos gatitos con aguarrás para prenderles fuego; y juntos cazábamos alimoches
y otras especies protegidas con cepos, venenos u otras artes de caza prohibidas, tal y
como hacen aún hoy los chicos del lugar.
Un buen día, mientras ascendíamos la
cuesta que subía a la ermita de Santa Burete, patrona de la localidad, sentí de
pronto unas urgentes ganas de hacer caquita (acaso fueran el resultado del
hartazón de ciruelas verdes que llevábamos encima, no sé). Lo cierto es que,
sin pensarlo demasiado, al pie de una encina, me bajé los pantalones y, en
frase del poeta, “deposité a los pies de la dríade tan olorosa ofrenda”.
Marilyn, en un alarde de esa mímica contagiosa que tienen los niños (o acaso
también a causa de las ciruelas), se acuclilló cerca de mí, en sana
competición.
Fue entonces cuando lo descubrí: ¡No tenía pilila!.
Como un clic,
varias piezas encajaron en mi mente infantil. Si no tenía pilila, acaso no era
una peculiaridad de su carácter el que siempre llevara falda... Muchas otras
personas también llevaban falda...¿también ellas carecerían de pilila?.
En
aquel momento, decidí que dedicaría toda mi vida a comprobar esa hipótesis”.
El Doctor Kyttis firmará ejemplares de su obra en la celda de la prisión de
máxima seguridad de Holyvirgin (Hamsandwich), donde cumple condena tras
abalanzarse en un acto público sobre el Príncipe Carlos de Inglaterra, que iba
vestido con el traje típico escocés, y dejarlo en pelota picada delante del
cuerpo diplomático en pleno.
(Adaptado de la revista digital "Again with the Blues" . Enero de 2000)
.
Quiero a Marilyn como las canciones de Los Camela.
ResponderEliminarBRAVO caballero!
¿Los Camela de toda la vida? ¿Los de Lolailolandia? ¿Los parientes de Benito, Asier y Lucas? ;)
ResponderEliminarEsos mismos,,,,
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