Grandes momentos de la Historia de la Ciencia...
(Originalmente dedicado al Ilmo. Sr. D. F.J.Z.A.)
Recomendaba el buen padre que, aquellos que tuviesen ansia de innovación y descubrimientos, dedicasen su vida a otras disciplinas con más posibilidades de proporcionar inesperadas sorpresas y descubrimientos (citaba concretamente la Ingeniería del ganchillo, la Repostería Aeronáutica y la Tecnología del Encaje de Bolillos Cerámico en microgravedad).
Había troceado, dividido, acidificado, volatilizado, calentado, basificado, evaporado, condensado, triturado y vuelto a triturar el material y había conseguido dejarlo casi exactamente igual que estaba, cosa insospechada anteriormente.
En la Galería de Hijos Ilustres del Paladio (uy, perdón) del Gobienno de K`uangha, junto a los retratos de los famosos presidentes, artistas y actores de telenovelas africanas, la República de Maulnawhari colgó un grabado homenaje al, desde entonces, célebre científico en un emotivo acto en el que estuvieron presentes sus majestades los Reyes de Ucrania y los presidentes de las Repúblicas de Tomío, Patínádená, Veteprái y Numidia-la-Ghana.

Cuentan, sin embargo, que el Ministro de Bailes de Salón de Kímorro, asistente al acto, quedó particularmente prendado de la belleza del joven químico y que, a escondidas y con grave riesgo para su salud física, tomó una instantánea del retrato con una Polaroid™ bolígrafo...
En la actualidad, sólo existe una copia fiel de aquella instantánea y se conserva en el domicilio particular de un lector anónimo, que, además, desea permanecer en el anonimato. Pero puedo jurar que yo personalmente lo he visto. Y, bueno, no está mal... pero guapo, guapoooo, lo que se dice guapoooo... no sé yo.
Un editorial como despedida.
-Se escribió en 1999 y, miren ustedes qué cosas, me parece de rabiosa actualidad ...-
“Algo anda mal cuando lo que hay que salvar es el sistema y no la forma de vida a la que el sistema debería servir” (B.F. Skinner)
...
Recordábamos una época sencilla, en la que clamábamos por la revolución silenciosa, por el cachondeo y la risa, por la norma del escaqueo y el empleo de la maquinaria del estado para nuestros fines. Hoy somos muchos más. En muchos lugares del mundo. Y el mensaje vuelve a ser el mismo:
Mucha gente ha muerto durante los siglos por tonterías. Miremos a nuestro alrededor y comencemos a ser irreverentes e irónicos. Sólo así podremos ver las cosas en su justa medida.
Si no lo hacemos, si nos creemos todo lo que nos dicen, nos parecerá que la Patria es algo que existe y que el Gobierno es algo necesario. Nos convenceremos de que nuestro tiempo pertenece al Banco o a la Empresa y que nos lo va a devolver con intereses. Creeremos que Mañana estaremos más a gusto con los que queremos y que vale la pena sacrificar el Hoy.
Sentiremos que el Trabajo es un derecho y no una jodida maldición bíblica y incluso diremos que es cierto que hay un esquivo y dudosamente gracioso Dios que tiene un interés personal en unas motas cósmicas como nosotros y nuestras particulares necesidades.
Pues vale.
No será por que no llevamos tiempo avisando. Hay que entrar a saco en las reuniones de caras largas y hacerlas terminar a pastelazos. O acaso hay que soltar unas cuantas gallinas en el Congreso. O quizá estaría bien no ponernos nada debajo de las togas y las sotanas. No sé. Me mata esta incertidumbre. Ya se nos ocurrirá algo.
Con una interesante cita de B.F. Skinner comenzábamos este editorial. Lo terminaremos tarde o temprano. Recordad: “Si no es divertido...haz que lo sea”.
Hasta el próximo programa, amiguitos. Y no olvidéis supervitaminaros y mineralizaros, y además, haced caso a lo que nos dicen nuestros lectores: dejad de platicar y comenzad a actuar (igual debo aplicarme el cuento).
No olvidéis que en nuestra próxima entrada os ofreceremos la receta de una ensalada de rinoceronte -algo difícil de preparar, pero de éxito seguro en cualquier reunión social de etiqueta-, los nuevos consejos sobre afeitado de Freddy Krueger y, por supuesto nuestro consultorio sentimental para adictos a la criptonita, así como la tan postergada entrevista con...con...¿con quién era? y el horripilante testimonio de un arrepentido “Yo he desayunado cereales para trabajar mejor”.
Pues eso. Sed buenos y no hagáis sufrir a vuestras mamás (ni a vuestras mamas, si las tenéis).
(Adaptado de la revista digital "Again with the Blues". Diciembre de 1999)
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jejeje la historia de la ciencia como de costumbre sorprendente, y sobre lo otro, creo que la política rebosa de humor, el Parlamento es un circo, ya se encargan de ello los políticos (y humor bien negro, a decir verdad)
ResponderEliminarbesos,
Estimada Amiga Maslama:
ResponderEliminarLo malo del circo parlamentario es que los payasos dan miedo a los niños y los monologuistas hacen más bien poca gracia.
Cuando un cómico no es gracioso... ¿se cambia al público? ¿se le obliga a reír?... ¿o se le despide a tomatazos y se busca uno mejor?
;)